A lo largo de los años, la tecnología ha crecido de manera increíble, haciendo que la información sea almacenada, compartida y procesada de forma más fácil, pero también ha permitido que que la disposición a dichos datos pueda ser relativamente sencilla si no se cuenta con métodos de protecciones adecuados.
Para muchas organizaciones organizaciones que la utilizan, manejan y procesan procesan información, ya está considerado como parte de la estrategia del negocio contemplar métodos y procedimientos para implementar seguridad en la información. Comenta la firma de consultoría y negocios Ernest and Young que las organizaciones en 2013 incrementaron 43% el presupuesto, con respecto al año pasado en relación con este rubro.
Para las organizaciones es más común contar con herramientas, sistemas, políticas y procedimientos que sean un garante para el minimizar cualquier incidente que pueda generar alguna pérdida de información, proporcionada por cualquiera de sus clientes, proveedores, o trabajadores, obligando que se cumplan, por lo menos, algunos puntos básicos de seguridad en las infraestructuras, sistemas y equipos donde radica la misma; ya sea porque se tiene la consciencia de estos temas, o en algunos casos, porque se debe de cumplir con la normatividad que les impone diversos organismos, tanto nacionales, como algunos extranjeros.